lunes, julio 14

La mamúa del Padre Tuc

Los domingos siempre son un día medio raro para la banda, porque el Padre Tuc se pone religiosamente más en pedo que nunca.

Se sabe que el cura en pedo no es un clavo porque dentro de todo tiene el hígado acostumbrado de tanto bombardeo damajuanesco. El tema es que todos sabemos la razón de las penas alcohólicas del pobre gordo, y la verdad que no son para nada felices.

Por lo que estoy enterado (porque seré chorro, pero no adivino) a Tuc lo rajaron de su iglesia por un bardo que tuvo con uno de los grosos de ahí. Siempre fue un tipo más bueno que las tostadas con queso finlandia; y se ve que cuando vio cuál era la verdadera distribución de las donaciones de la iglesia armó quilombo, porque la onda era ayudar a los pobres, no que los cardenales cenaran salmón a la luz de las velas. Cuestión que lo rajaron por honesto y quedó re mal después de eso pobre, se ve que además le hicieron algo a la familia para que se callara la boca, pero no nos contó mucho de qué onda con eso. Se pone triste y chupa el doble si tocamos el tema.

Por eso los domingos son el peor día en su frecuencia alcohólica; se acuerda de que se supone que tendría que estar dando misa, y se pone re sentimental. Mejor no hablarle los domingos al Padre. La semana pasada no sé qué comentario le tiró el Negro Migue que Tuc sacó un frasco de agua bendita y se lo tiró en la cara, porque según él el negro está poseído. Y le explicamos que no es que estaba poseído, es que estaba bailando regg-ae-toun (una danza de su tierra natal) y que para eso tiene que mover mucho el culo, pero el Padre estaba tan en pedo que no hubo forma de que entendiera. Por suerte después se quedó dormido y no rompió más las bolas.

Igual, con todos sus bardos y su pedo permanente, es un divino el gordo. Yo lo re banco. Aunque no está ejerciendo su profesión ni nada, entre los Alegres es al primero que le van a contar todo cuando se mandan alguna cagada, los muchachos, y siempre sabe dar consejos bárbaros. Por ejemplo, el otro día yo andaba como medio emocionado por la presencia de Mariana (de eso te cuento la próxima) y estaba un poco ansioso, de la manera que sólo un hombre puede estar ansioso. Y yo soy el líder de la banda, no puedo andar distrayéndome. Entonces fuí y le dije al padre:

- Padre, no sé qué hacer, esta Mariana me tiene con la perdiz enloquecida y todavía no le pude tocar un pelo. ¿Qué mierda hago?

Entonces el Padre puso cara de gordo sabio y me contestó.

- Cada vez que le tengas ganas a la rubia, tallarás una flecha. Así contarás las veces que te sales de control.

Decí que si Cupido necesitara proveedores yo ahora sería su fabricante número uno, porque la rubia esta mucho ruido pero pocas nueces. Igual de eso te cuento mañana, porque ahora justo me iba a sentar a hablar con ella del tema. A ver qué onda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El próximo post se pone hooot!

Quiero más aventuras del pobre Robin!

xoxo!

Paila!

Anónimo dijo...

A confesarme yo fui,
por estar emocionado.
El Padre me recomendó,
que te coja de parado.

No es que sea un obsesivo,
no es que quiera molestar,
pero ya me están matando,
estas ganas de garchar.

Quien avisa no es traidor,
y yo te aviso, a vos, pilla,
que si pronto no entregás,
me descargo con la ardilla.

Eso, y cae muerta. Te lo dice el Dr. Bilardo papá...

Christian dijo...

Vamos Robin, juntate la adrenalina para salir a afanr mandarinas en las quintas del Beccar County.

Anónimo dijo...

Este Bilardo es todo un trovador! Un aplauso!


Christian, estamos organizando un re choreo para esta semana, ya vas a ver.

Anónimo dijo...

Ja pobre Robin, anda caminando por los techos. Mariana media pila